Las herramientas de sujeción pueden tener diferentes formas y tamaños en función de los requisitos específicos de la aplicación. Entre los tipos más comunes de herramientas de sujeción se encuentran las morsas, los tornillos de banco, las pinzas, las abrazaderas y las mordazas.
Los tornillos de banco suelen ser metálicos y tienen una mordaza pivotante que puede apretarse con una manivela o un mango. Suelen utilizarse en metalurgia y soldadura.
Las mordazas son similares a los tornillos de banco, pero suelen tener mandíbulas más largas y suelen ser de madera o plástico. Suelen utilizarse en carpintería para sujetar las piezas de trabajo mientras se cortan, lijan o pegan.
Las pinzas son herramientas de sujeción flexibles que pueden adaptarse a piezas de trabajo de distintos tamaños. Constan de dos elementos de mango unidos por un husillo roscado. Girando el husillo, se puede ajustar la distancia entre los elementos de agarre para fijar la pieza de trabajo.
Las pinzas suelen ser metálicas y disponen de un mecanismo de resorte para sujetar la pieza de trabajo. Se utilizan para fijar temporalmente piezas de trabajo mientras se realiza otro trabajo.
Las pinzas son herramientas especiales que se fijan a máquinas como fresadoras o tornos. Suelen tener una mordaza móvil que fija la pieza de trabajo mientras se mecaniza.
Las herramientas de sujeción se utilizan mucho en muchos sectores, como la ingeniería mecánica, la metalurgia, la artesanía y la carpintería.